TEORIA DEL APEGO
“Un niño que sabe que su figura de apego es accesible y sensible a sus demandas les da un fuerte y penetrante sentimiento de seguridad, y la alimenta a valorar y continuar la relación” (John Bowlby).
La crianza con apego (attachment parenting) es una frase
acuñada por el pediatra norteamericano William Sears. Se trata de una filosofía
de crianza basada en los principios de la teoría del apego.
De acuerdo a la teoría del apego, los bebés establecen un
fuerte vínculo emocional con sus padres, un vínculo precursor de la seguridad y
de la empatía en las relaciones personales en la edad adulta. Un inadecuado
establecimiento de un vínculo seguro en la infancia puede conllevar a
dificultades psicológicas.
La crianza con apego, propuesta originalmente por John
Bowlby, afirma que el niño tiene una tendencia a buscar la cercanía a otra
persona y se siente seguro cuando esa persona está presente y es sensible a
cubrir sus necesidades tanto físicas como emocionales. Bowlby había propuesto
en 1951 la hipótesis de que la privación materna no sólo causaba depresión en
la niñez, sino también hostilidad e incapacidad para establecer relaciones
saludables en la vida adulta. Dentro de esta teoría los niños biológicamente
están “diseñados” a estar apegados a sus padres, no sólo para satisfacer sus
necesidades sino porque son seres profundamente sociales.
Para la crianza con apego, existen ocho principios
fundamentales que promueven la vinculación segura entre los padres y el niño.
Aunque ninguno de estos principios se derivan directamente de la investigación
inicial, se presentan como prácticas de crianza que dan lugar a una vínculo
seguro. Unos padres sensibles, coherentes en sus respuestas y disponibles
emocionalmente garantizan un sano establecimiento de la vinculación emocional:
1. Prepararse para el nacimiento del bebé.
2. Comprender y responder de forma sensible a las
necesidades emocionales del niño.
3. Lactancia materna.
4. Cargar en brazos al bebé.
5. Compartir el sueño.
6. Evitar las separaciones frecuentes o prolongadas.
7. Usar la disciplina positiva.
8. Mantener una vida familiar estable.
La crianza con apego no significa que un niño no pueda por
sí solo satisfacer sus necesidades, estará capacitado para ello en la medida
que sus padres sean sensibles cuando estas surgen. Estas necesidades hay que
entenderlas en el tiempo, como surgen, como cambian, cuales son sus
circunstancias. Los padres deben ser flexibles e idear formas de responder a
ellas adecuadamente siempre bajo un clima amoroso y conciliador. Por ejemplo,
el bebé que pide estar en brazos, simplemente lo necesita y no lo pide porque
“es un mañoso”, si esta necesidad está satisfecha, el bebé más adelante se
sentirá seguro al comenzar la etapa del gateo, no pedirá tanto estar en brazos,
pero surgirán otras necesidades acordes con su etapa evolutiva.
Los niños a los cuales se les cría con desapego buscarán a
lo largo de su vida otras formas de cubrir las necesidades dando lugar
lamentablemente a trastornos mentales y sociales.
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